Alcoholización de ganglios laterocervicales


En algunos pacientes operados de una tiroidectomía total por un carcinoma papilar de tiroides pueden aparecer de forma silente, ganglios laterocervicales metastásicos. Estos ganglios pueden ser tratados quirúrgicamente o bien con radioiodo. No es infrecuente la recidiva que se puede reoperar o retratar con radioiodo. Pero existe un límite de intervenciones quirúrgicas del cuello debido a la cicatrización interna y también existe un límite de dosis total administrada de radioiodo. Cuando ya no hay posibilidades de retratamiento estos ganglios pueden ser tratados mediante una alcoholización o con una radiofrecuencia.

  • Punción previa del ganglio con una determinación de la tiroglobulina.
  • Análisis de sangre para confirmar que la coagulación es normal. Los pacientes no deben tomar medicación antiagregante o anticoagulante.
  • Laringoscopia indirecta para confirmar un buen estado de las cuerdas vocales.
  • Valoración ecográfica previa para estudiar el mejor punto de entrada.
  • PCR negativa y paciente en ayuno.
  • De forma ambulatoria y mediante anestesia local. El paciente permanecerá tumbado con un cojín en la espalda para mantener el cuello en hiperextensión.
  • La alcoholización se realiza con una aguja con la que se introduce el alcohol. Siempre se deja una pequeña cantidad de alcohol en su interior. Con un solo pinchazo se procura tratar más de un ganglio si fuera el caso.
  • Se coloca una vía endovenosa que nos puede servir para administrar analgesia si fuera necesario.
  • El procedimiento tiene una duración de 15-30 minutos en función del tamaño y el número de ganglios. Una vez finalizado, se coloca una bolsa de frio y el paciente está dos horas en observación en el hospital de día.

Las complicaciones que pueden presentarse son dolor y hematoma. En función de la localización, es frecuente la afectación transitoria del nervio cercano al ganglio, bien sea el nervio recurrente (disfonía), el nervio vago (disfonía y reacción vagal), el nervio frénico (parálisis diafragmática), el ganglio simpático cervical (miosis, ptosis y enoftalmos) y el nervio espinal (parálisis hombro).

El seguimiento se realiza al cabo de dos meses junto con una determinación de los valores de la tiroglobulina.

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